domingo, 28 de octubre de 2007

'Cultura Televisiva y Debates Express'




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Vivimos en una sociedad consumista donde generamos noticias para satisfacer esa demanda de dramatismo y catastrofismo que tanto nos gusta, donde los extremos son la única línea editorial y la confrontación genera réditos, bien sean políticos o publicitarios. En definitiva, pertenecemos a una sociedad que solo demuestra tener ‘cultura televisiva’ y cuyo poder determina casi siempre la mayor importancia de unos hechos por encima de otros. Abstraerse de esa influencia se me antoja complicado y la imparcialidad en el análisis te convierte en un bicho raro, o paradójicamente, en un ser con intereses partidistas, porque por supuesto, todos tenemos que tener un lado. La imparcialidad y objetividad no parecen estar de moda en esta sociedad.

Este suceso ha colmado las pantallas de televisión, cubierto muchas horas de tertulias y llenado paginas de periódicos pero ninguna con la pretensión de informar, sino de satisfacer cada uno a sus respectivas audiencias. Cada medio de comunicación ha ‘informado’ desde el oportunismo necesario para alimentar sus tendencias políticas y sociales. La audiencia y los lectores, como siempre, hemos engullido el producto, del tiron, de un solo trago, sin digerirlo, sin pensar, y por supuesto, hemos reaccionado como se esperaba, de forma automática, preestablecida, como un ordenador reaccionaria ante un nuevo programa. Esta sociedad carece de independencia mental y simplemente responde a vulgares estímulos mediáticos.

Después de ver este video y comentarlo con todo el mundo una y otra vez, como no podía ser de otra manera a no ser que me hubiera ido a una isla desierta , la actitud de este sujeto me parece deleznable y cobarde. Pero lo que es incompresible es la aparente sorpresa de una sociedad que dice estar ‘alarmada’ ante el visionado de este suceso y o vivimos en los ‘Mundos de Yupi’ o este hecho solo se asemeja a incontables otros casos de violencia gratuita que se producen a diario en cualquier ciudad de este país. Nada nuevo. La diferencia radica en que esos casos no fueron elegidos para salir por televisión. Vivimos en una sociedad dirigida por los temarios que los programadores de televisión seleccionan y de los que parece imposible escapar. Pero el problema va mas allá, mucho mas lejos; el proceso selectivo de lo que es noticia y lo que no lo es intenta, como ha ocurrido en este caso, clasificar la violencia en lo que es violencia que se debe sancionar y la violencia que esta asumida y que ya ha dejado de ser noticia. En este caso, el video parece ser elegido por tener rasgos racistas, algo que encaja perfectamente en los listados de temas candentes y por tanto provocadores, y por este simple hecho la violencia parece tener connotaciones mas graves, aunque la violencia, en cualquier caso y situación, sea siempre violencia y debería de merecer el mismo trato.

Como siempre en estos casos y tras recibir el ‘inesperado’ y súbito bofetón informativo todos nos hemos llevado las manos a la cabeza y rasgado las vestiduras. Esta claro que no éramos conscientes de que estas cosas existían y el país ha clamado por justicia. Pero de que justicia estamos hablando? La justicia que debe ser igual para todos o la justicia que se acomode a un clamor social puntual desproporcionado? No han sido pocos los que han clamado por una sentencia ‘ejemplar’ y me parece preocupante. La ley debe ser imparcial y objetiva, por el beneficio de todos, y las sentencias ejemplarizantes se me antojan propias de un país de otros tiempos, y lo peor, reflejo de una sociedad que las pide. La ley debe de ser aplicada por igual y sobre el agresor de esta menor Ecuatoriana debe caer el peso de la ley que le corresponda, ni más ni menos.

Hoy, viendo uno de los muchos debates televisivos que todavía siguen con este tema, el moderador ha expresado su preocupación por la falta de seguimiento a la convocatoria que más de 90 organizaciones contra la intolerancia xenófoba habían convocado esta noche en Barcelona. Este presentador ha señalado el ‘pasotismo’ y ‘la falta de implicación’ de esta sociedad y se ha preguntado que es lo que sucede. Supongo que no ayuda el hecho de que todos los debates generados sobre estema sean puramente transitorios, convirtiéndose en ‘debates express’, con comentarios a cada cual mas sonado y que solo sobreviven en antena las horas necesarias hasta que puedan ser reemplazados por otra nueva noticia que nos ‘alarme’. Las noticias y lo que generan solo forman parte del momento televisivo, y permanecen en nuestra memoria exactamente el mismo tiempo que tenemos encendido el televisor. Luego desaparecen, se nos olvidan, como ocurre con un producto de ficción cualquiera. Todo forma parte de esa ‘cultura televisiva’ que padecemos.
Pretender que la sociedad se implique seria pretender que la sociedad tuviera personalidad propia, y nada mas lejos de la realidad. También seria pedir que la sociedad tuviera carácter y fuera solidaria, pero eso tampoco. Esperar que la sociedad se movilice por una causa, la que sea, se me antoja complicado especialmente si nos referimos a una sociedad que ha exculpado y entendido la pasividad vergonzante del testigo Argentino de la agresión. Que se puede esperar?

Saludos Veloces


elsupersonico




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