miércoles, 2 de abril de 2008

''No alla Guerra del Petrolio''

Era febrero pero no hacía frío y el día había amanecido muy luminoso. Me levanté temprano como hago siempre que visito un lugar por primera vez. Desayuné rápido y me apresuré a salir a la calle. Había llegado a Roma desde Londres la madrugada anterior y me única visión de la ciudad había sido a través de la ventanilla de un autobús en el trayecto del aeropuerto al albergue. Era domingo y mi plan era pasear sin prisa por la ciudad.

Las calles me recibieron repletas de gente. Grupos de personas brotaban de todas las esquinas, saltando y bailando. Todos vestían con colores llamativos y algunos portaban instrumentos musicales, carracas y silbatos que tocaban sin aparente orden, produciendo un gran alboroto. Las fachadas de los edificios estaban decoradas con grandes pancartas con motivos multicolores. Ristras de globos cruzaban las calles suspendidas de balcón a balcón y banderas arco iris ondeaban en muchas ventanas. Caminaba despacio, contagiado por el ambiente, preguntándome cuál sería el motivo de la celebración. Me acerqué a una señora que vendía flores en un pequeño kiosco en medio de la calle y le pregunté que sucedía.

‘Oggi abbiamo una gran festa in roma.’ Me contestó la señora esforzándose en levantar la voz para superar el ruidoso ambiente y con un gesto de su mano me animó a que me uniera a la fiesta.

Caminé durante un buen rato más. Callejeaba sin rumbo presenciando el espectáculo que parecía incrementarse a cada paso. De repente, todas las personas presentes parecieron orientarse al unísono en la misma dirección y la inercia de la muchedumbre desplazándose me trasladó a través de un pequeño callejón, desembocando en el punto más alto de una gran avenida. Fue en ese momento cuando lo ví: una gran marea humana, flanqueada por el coliseo y el foro romano, serpenteaba por las calles de la ciudad y se extendía hasta donde alcanzaba la vista. La cabecera ascendía por la avenida en clara trayectoria hacia nuestra posición y estaba a punto de echársenos encima. Segundos después la serpiente me engullía sin piedad y por unos momentos me encontré desorientado caminando a contra corriente sorteando a la gente con dificultad. Giré sobre mi mismo de forma precipitada, tropezándome con la persona que se encontraba inmediatamente delante de mí. La chica, trastabillada, retomó con agilidad la verticalidad. Se revolvió con rapidez y toda la energía que había transmitido en el giro pareció disiparse por completo cuando me vio. Se detuvo y clavada sobre sus dos pies me miró de arriba abajo como si me estuviera estudiando con una expresión que, en aquel momento, no supe interpretar. Me acerqué para disculparme pero ella me detuvo extendiendo uno de sus brazos al tiempo que apoyaba un dedo de la otra mano sobre su nariz pidiendo silencio. Acto seguido se llevó la mano al bolsillo y sacó una chapita metálica que sostuvo en el aire durante unos segundos mostrándomela orgullosa . Se arrimó a mí y con mucho cuidado enganchó el imperdible a mi camiseta vinculándome con ese gesto para siempre con el mensaje que defendía el lema impreso en el diminuto metal. En esa chapita se podía leer: ‘‘no alla guerra del petrolio’’. Todavía hoy conservo la insignia y la luzco siempre que puedo en la solapa de mi chaqueta.


Aquel día, 15 de Febrero de 2003, más de 11 millones de personas se manifestaron en las principales ciudades del mundo contra la guerra de Irak que estaba a punto de comenzar. La manifestación más multitudinaria tuvo lugar en Roma, concentrando a más de 2 millones de ciudadanos llegados de todas las partes del globo. En aquel momento, cientos de millones de personas de todos los países ya sabíamos cuales iban a ser las consecuencias de esta guerra. Aparentemente, los políticos no pudieron prever la catástrofe. Hace unos días, en el quinto aniversario de esta interminable guerra y después de más de 80.000 civiles muertos, dos millones de refugiados y una situación actual insostenible, tres políticos continúan insultando la inteligencia del mundo entero insistiendo en que ‘Irak va bien’.

Saludos veloces


Elsupersonico

7 comentarios:

Hache dijo...

mientras tanto, una dulce muchacha acompañaba a su madre a una consulta médica que confirmaría lo que ambas ya sabían. La hija, llevaba una chapa en el bolso que decía "no a la guerra". Tras una larga espera, la enfermerá llamó a la madre y antes de entrar un señor de unos 90 años, y un precario estado de salud agarró a la benjamina del brazo como con una tenaza mano y le dijo con odio... ¿cómo puedes ir tan tranquila con eso -indicando la chapita- puesto ahí? ¡sinvergüenza! La chica, flipando solo acertó a decir ¡por eso mismo, por vergüenza! y siguió a su madre que ya estaba mirando al médico muerta de miedo...

susanauve dijo...

Pace intorno al mondo!!!!! :)
besillos!!!

Anónimo dijo...

Ey!! que tal amigo bloggero. Gracias por tu comentario. Yo también he echado un vistazillo, 'no tan veloz como el tuyo, seguro,jejej' a tu blog; Interesante y con corazón, que es lo importante.
Un saludo!!
www.lunacruz.blogspot.com

.elena ortiz dijo...

ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON TU TEORÍA DE LA PARÁBOLA. creo que no he estado más de acuerdo con alguien sobre algo. bueno, quizá sí, una vez coincidí con una amiga que britney spears está loca, pero bueno, eso es otra historia.
:)
un beso!

La Princesa Tontina dijo...

Ohhh pues... ¿qué puedo decir? ^^

Dilek dijo...

Buenas!

Gracias por pasarte ;P
Sólo quería dejarte este comentario aquí para que te conste que me he pasado; que me ha parecido inquietante y que he visto también tu perfil.

Por cierto, que me ha rayado muchísimo lo de los segundillos: no puede ser verdad. No me meto en quién finge y quién no, pero de ahí a que las mujeres no terminen la mayor parte de las veces ... En fin, dejémoslo. Tampoco me voy a extender tanto ahora.

Si eres tan curioso como aparentas ser, me encantaría hablar contigo [en serio eres guionista? Es a lo que aspiro!].

Bueno, que si algún día te apetece hablar, avisa.
[beytealamierda@hotmail.com]

Javier dijo...

Leny: Cuando estas enamorado todo lo ves de color de rosa y no concibes lo contrario. Poco a poco, el color de rosa se transforma en el color de la realidad. Ley de vida.

Zoe: Los porcentajes que cito en en la entrada sobre el orgasmo femenino pertenecen un estudio que un par de periodicos nacionales publicaron como noticia recientemente.

Saludos veloces

Elsupersonico